lunes, 12 de octubre de 2015

Tecnología de la edad moderna

 Comenzamos la edad moderna, que inicia en 1453 con la caída del imperio de oriente a manos de los turcos otomanos, y termina con la revolución francesa de 1789 que puso fin al antiguo régimen. 

En este período de la edad moderna se pueden distinguir fácilmente tres momentos: el Renacimiento del siglo XVI, que coincide con la hegemonía española, con la renovación cultural del humanismo y con la reforma protestante; el siglo XVII, siglo de las monarquías absolutas y del mercantilismo , siglo del barroco y de la reforma católica; y el siglo XVIII que en Francia es el siglo de la luces, y que se caracteriza por la aparición y difusión del liberalismo económico y político que acabaron con el antiguo régimen. 

Las características generales de la edad moderna son la consolidación de las nacionalidades, la formación de los grandes imperios coloniales –como consecuencia de los descubrimientos geográficos y de la fuerza política del absolutismo-, la lucha contra toda potencia que quisiera imponer su hegemonía –hasta llegar al equilibrio europeo del siglo XVIII-, la aparición y desarrollo de las ideas liberales.

¿Y la Iglesia? A partir del siglo XVI la historia de la Iglesia reviste algunas características nuevas. La iglesia latina y la iglesia de Oriente seguían ya caminos distintos desde hacía siglos. Con la reforma protestante, la iglesia latina se divide a su vez en varias confesiones rivales: luteranismo, calvinismo y anglicanismo. Al mismo tiempo, como consecuencia de los grandes descubrimientos, el evangelio se anuncia en el mundo entero. En un período en que los estados se afirman y triunfa el absolutismo, la historia de la Iglesia se convierte a menudo, incluso en el catolicismo, en la historia de las iglesias nacionales. 

Este siglo XVI es muy importante: es el siglo del Renacimiento literario y artístico, el siglo de la reforma protestante, el siglo del concilio de Trento, de la Compañía de Jesús y la reforma católica, de los descubrimientos, de la misión en Asia y América, de los avances científicos.

SUCESOS

De la Edad Media a la Edad Moderna

Dios era el centro en la Edad Media. Ahora, el centro es el hombre; el hombre que penetra en los secretos de la naturaleza y por eso se entrega al arte y a los descubrimientos; el hombre que se mete a fondo en el comercio y la industria, creando ya el régimen capitalista. El hombre, como en el período de los clásicos, vuelve a constituirse en “medida de todas las cosas”. Al hombre inculto y aferrado a la tierra, propio de la Edad Media, le suceden el mercader y el viajante. 

Este hombre moderno es más independiente, todo lo pasa por el tamiz de su libre examen del subjetivismo y de la crítica. Este hombre está más expuesto al indiferentismo religioso y al ateísmo materialista. La religión se fue considerando como algo privado de la conciencia de cada cual, que no cae bajo la jurisdicción del estado y ni siquiera de la Iglesia. 

La Iglesia también sufre el influjo de esta modernidad. Ya se había debilitado mucho la autoridad papal, por las causas que ya hemos visto: la doctrina conciliarista que se iba abriendo campo en el campo teológico, el papado en Aviñón y el cisma de occidente, que entristecería a la cristiandad en tantos años. Se inicia la vida mundana de algunos papas, que más parecen príncipes terrenales que pastores de la Iglesia; más preocupados del arte y de embellecimiento exterior, que del bien de las almas. También muchos personajes del alto clero frecuentaban más los salones de fiestas que el confesionario, dejándose llevar del bienestar y del lujo. 

Decae, pues, el prestigio de la Iglesia, a la que ahora se intenta subordinar a los intereses del estado. 

Como consecuencia de todo esto, aparecen los primeros librepensadores, se abre el culto a la razón que hace su entrada en las universidades por medio del averroísmo y de las ideas panteístas; la literatura paganizante de Boccaccio, del Arcipreste de Hita, y de otros más atrevidos, sirve de solaz a damas y caballeros. El tema del ridículo, aplicado a las cosas y a la personas eclesiásticas, se agudiza cada vez más, dando materia inflamable a los primeros reformadores. 
A partir del siglo XXI, los teléfonos móviles han adquirido funcionalidades que van mucho más allá de limitarse solo a llamar, traducir o enviar mensajes de texto: se puede decir que han incorporado las funciones de los dispositivos tales como PDA, cámara de fotos, cámara de vídeo, consola de videojuegos portátil, agenda electrónica, reloj despertador, calculadora, micro-proyector, radio portátil, GPS o reproductor multimedia (al punto de causar la obsolescencia de varios de ellos), y que también pueden realizar una multitud de acciones en un dispositivo pequeño y portátil que llevan prácticamente todos los habitantes de los países desarrollados y un número creciente de habitantes de los países en desarrollo. A este tipo de evolución del teléfono móvil se le conoce como teléfono inteligente (o teléfono autómata).

ALGUNOS INVENTOS :

El primer microscopio fue inventado, por una casualidad en experimentos con lentes, lo que sucedió de similar manera pocos años después con el telescopio de Hans Lippershey (1608). Entre 1590 y 1600, el óptico holandés Zacharías Janssen (1580-1638) inventó un microscopio con una especie de tubo con lentes en sus extremos, de 8 cm de largo soportado por tres delfines de bronce; pero se obtenían imágenes borrosas a causa de las lentes de mala calidad. Estos primeros microscopios aumentaban la imagen 200 veces. Estos microscopios ópticos no permiten agrandar la imagen más de 2000 veces. En la actualidad los de efecto túnel los amplían 100 millones de veces. 












 Termómetro de agua Galileo Italiano 

El termómetro de agua primero se creó durante el siglo 16. En el año 1593, Galileo Galilei hizo el termoscopio existentes un paso más y creó un termómetro básico del agua. Esta nueva versión fue el primer tipo de termómetro para permitir variaciones en la temperatura. Galileo descubrió que, si se utiliza el líquido que era menos denso que el agua, se podría suspender esos líquidos en un frasco de agua, que se elevaría como el aumento de la temperatura. Galileo fue capaz de tomar la información que él descubrió y desarrollar un modelo de un termoscopio que finas gotas de alcohol utilizado. Estas gotitas mantuvieron su cohesión en el agua y se elevaría a la cima como la temperatura del agua aumenta lentamente. Hay los que creen que el uso de alcohol por parte de Galileo inspiró más tarde el uso de mercurio. 












Reloj de péndulo Christiaan Huygens Holandés 

Los relojes de péndulo fueron empleados en el siglo XIII en las torres de iglesias y castillos, dentro de los cuales merece citarse el que fue colocado en 1370 por Enrique Von Wick en la torre del castillo de París. Hasta finales del siglo XV no se emplearon para uso doméstico. En estos relojes, cuyo funcionamiento está regulado por un péndulo, la fuerza motriz es la acción de la gravedad que actúa sobre una masa suspendida de una cuerda arrollada alrededor de un cilindro, el cual transmite el movimiento al piñón que mueve la rueda. 

























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